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martes, 8 de enero de 2019

¿Qué es el trastorno de personalidad límite (TLP)? ¿Cómo puede ayudar la Terapia Icónica?





Este trastorno de la personalidad está reflejado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la siguiente manera:

“Es un patrón de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginario (Nota: no incluir el comportamiento suicida ni de mutilación que figuran en el Criterio 5).

2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.

3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.

4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios). (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5).

5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.

6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p. ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).

7. Sensación crónica de vacío.

8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p. ej., exhibición frecuente de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).

9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves”.


¿Quiere decir lo mismo Inteligencia Límite que Trastorno de la Personalidad Límite?

No, no es lo mismo. Una persona que posee una inteligencia límite suele tener un Cociente Intelectual (CI) comprendido entre 71 y 84, es decir, está por debajo del límite de lo que se considera inteligencia normal según la OMS y está por encima del límite establecido para el diagnóstico de discapacidad intelectual.
El  Trastorno de Personalidad Límite no se refiere a la inteligencia, sino a la forma de comportarse, pensar y sentir.


¿Entonces, por qué se le llama "límite"o "borderline"?

En mi opinión, es un nombre poco adecuado, que puede llevar a equívocos. La denominación límite es una secuela histórica de cuando este trastorno se consideraba fronterizo entre la psicosis y las neurosis, pero todo eso ya está desfasado, sin embargo se ha mantenido la palabra.

Prefiero llamarlo Trastorno de Intestabilidad Emocional de la Personalidad. Así es como lo denomina la CIE (Clasificación Internacional de las Enfermedades).

¿A qué nos referimos con “inestabilidad emocional”?

Las personas solemos sufrir frustraciones o impactos estresantes en nuestro día a día y eso nos genera una alteración emocional. Dependiendo de los recursos personales para la recuperación podemos reaccionar ante el estrés con conductas adaptativas que nos ayuden a reequilibrarnos emocionalmente, o con conductas inadaptadas que nos creen una inestabilidad emocional.

Estas respuestas se pueden valorar en un continuo, es decir, en un extremo izquierdo se situaría la persona estable emocionalmente y en el extremo derecho hablaríamos de las personas con una inestabilidad grave o Trastorno de Inestabilidad Emocional de la Personalidad (Trastorno de la Personalidad Límite, TLP).

Es habitual que las personas inestables se sientan "como en una montaña rusa emocional", con cambios a diario o semanales de estado de ánimo.




 



Pero, ¿realmente podemos aprender a ser más estables emocionalmente?

En ese continuo entre la estabilidad emocional y el trastorno límite de la personalidad (TLP) puede encontrarse cualquier persona: su situación dependerá de las reacciones con las que habitualmente responda a la frustración.

La buena noticia es que la estabilidad emocional no tiene techo, es decir, la mayoría de las personas pueden llegar a ser  mucho más estables de lo que son.
Las personas más estables tienen mayor capacidad de resiliencia (mayor capacidad de recuperación emocional). Y esta resiliencia también puede aprenderse.

¿Las personas con TLP toleran bien la frustración?

Ese es uno de los grandes problemas de este trastorno de personalidad, que poseen una baja tolerancia  a la frustración, es decir, se desestabilizan mucho cuando algo no sucede como ellos quieren que ocurra y eso les lleva a responder de una forma explosiva y en ocasiones se comportan agresivamente contra ellos mismos o hacia el exterior. Estas respuestas desproporcionadas les acarrean, a su vez, consecuencias negativas en su vida.

¿El Trastorno de personalidad límite requiere tratamiento psicológico?

Sí, es imprescindible que la persona inestable emocionalmente acuda a tratamiento psicológico para que el terapeuta pueda enseñarle a mejorar su inteligencia emocional y, por tanto,  adquiera nuevas  herramientas para regularse emocionalmente de una manera adecuada, lo cual le aportará ser más feliz.
En casos graves también se  puede necesitar tratamiento farmacológico e incluso ingresos hospitalarios.


¿En qué consiste la Terapia Icónica?

Ha sido creada por la psicóloga española Soledad Santiago. Es una terapia integrativa, es decir, integra técnicas de otros modelos psicológicos y le añade una parte novedosa que mejora los anteriores métodos. Es una terapia que se aplica con éxito a pacientes con Inestabilidad Emocional. Se suele entrenar individualmente y en grupo para que las personas aumenten su tolerancia a la frustración y su capacidad de afrontar las situaciones estresantes del día a día.

Se llama “icónica” porque las técnicas que autocontrol que se le van a enseñar al paciente son imágenes (iconos). Los iconos favorecen que el usuario se anticipe al impulso emocional que le llevaría  a conductas inadaptadas, ya que se sabe que la evocación por imágenes es más rápida que el recuerdo de las palabras del terapeuta.




Para tener más información:

American Psychiatric Association (2013): Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Santiago, S. (2005): Tratando inestabilidad emocional. Terapia icónica. Madrid: Ediciones Pirámide.










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