¿CÓMO PUEDO CAMBIAR MI DIÁLOGO INTERNO NEGATIVO?
En la actualidad existe
una terapia psicológica muy potente y validada científicamente desde hace muchos
años que se llama Terapia Cognitiva.
Los autores más
importantes de esta corriente psicológica son Albert Ellis y Aaron T. Beck.
A continuación voy a
explicar una de las formas de cómo se
hace en terapia para cambiar el diálogo interno negativo.
Pues vamos a ello:
En primer lugar, ¿cómo puedes saber si tus pensamientos negativos son
realistas?
Vas a elaborar un listado de tus pensamientos negativos y
en la columna de al lado escribirás el grado
de credibilidad que tienen para ti aquí y ahora.
¿Qué pienso?
|
¿Cuánto me lo
creo?
Escala de 0 a 10 (0=nada. 10=todo).
|
No
valgo para nada
|
7
|
Nadie
me va a querer
|
8
|
Siempre
lo estropeo todo
|
6
|
Todo
el mundo me desprecia
|
9
|
A continuación ordena los pensamientos de menor a mayor
credibilidad.
Después de haber hecho
esto vas a tomar cada pensamiento,
empezando por el de menor credibilidad y le vas a hacer las preguntas que leerás a continuación.
Todos los pensamientos
negativos tienen unas dimensiones que es necesario tener en cuenta, si
analizamos estas dimensiones sabremos si un pensamiento es racional o
adaptativo.
Dimensiones
de los pensamientos negativos
1. Contenido
del pensamiento.
2. Utilidad
del pensamiento.
3. Lenguaje
que se emplea en esos pensamientos.
4. Emociones
que suscita ese pensamiento e intensidad de esas emociones.
5. Comportamientos
que se derivan de pensar así.
1. Contenido del pensamiento. Analiza
si es real o no.
Te
harás las siguientes preguntas:
- · ¿Qué datos de la realidad apoyan lo que estoy diciendo? Es decir, si tengo pruebas a favor de que este pensamiento es real.
- · ¿Qué datos de la realidad contradicen este pensamiento? Si tengo pruebas en contra de que sea real.
- · ¿Qué probabilidad en tantos por ciento existe de que realmente se confirme lo que pienso?
- · ¿Qué otras alternativas racionales existen y qué tanto por ciento de probabilidad tienen cada una de ellas?
- · ¿Qué argumentos racionales le daría a otra persona que tuviese el mismo pensamiento que yo?
2. Utilidad del pensamiento.
Analiza si te es útil.
Tener este pensamiento:
·
¿Me ayuda a estar mejor conmigo mismo?
·
¿Favorece mis relaciones
interpersonales?
·
¿Me ayuda a afrontar situaciones
temidas?
·
¿Me ayuda a conseguir mis objetivos a
corto, medio y largo plazo?
·
¿Me ayuda a generar emociones y estados
de ánimo más positivos?
3. Lenguaje que empleo en este
pensamiento.
Analiza que tipo de palabras empleas
para describir lo que piensas:
·
¿Utilizo términos muy críticos como “debería”,
“tendría que”, etc.?
·
¿Utilizo palabras como “castigo”, “culpabilidad”,
etc.?
·
¿Nombro extremos como “nunca”, “siempre”,”todo”,
“nada”, etc.?
· ¿Uso muletillas tremendistas como “catastrófico”,
“horrible”, “lo peor”, “espantoso”, “insufrible”, “terrible”, etc.?
4.
Emociones que suscitan esos pensamientos e intensidad de ellas.
Cuando
pienso de esta forma:
- · ¿Aumenta o disminuye mi malestar?
- · ¿Me siento bien conmigo mismo?
- · ¿La ansiedad, tristeza, ira o miedo aumentan su intensidad o disminuyen?
- · ¿Logro controlar mis emociones?
5.
Comportamientos
que tengo por pensar así.
Pensar de esta forma:
·
¿Me genera comportamientos de
aproximación a la situación que temo?
·
¿Provocan conductas que me impulsan a
evitar lo que temo?
·
¿Mis comportamientos provocan en los
demás reacciones de malestar o conflicto?
·
¿Me comporto de forma estereotipada y
rígida?
Una
vez que te hayas hecho las preguntas, rellena la siguiente tabla y comprueba si después de la discusión racional que
has hecho sobre tus pensamientos estos han
cambiado en el grado de credibilidad.
¿Qué pienso?
|
¿Cuánto me lo
creo?
|
Palabras
erróneas que contiene mi pensamiento
|
¿Cuánto me lo
creo después de la discusión cognitiva?
|
Todo
el mundo me desprecia
|
9
|
“todo”
|
6
|
Nadie
me va a querer
|
8
|
“nadie”
|
5
|
No
valgo para nada
|
7
|
“nada”
|
3
|
Siempre
lo estropeo todo
|
6
|
“siempre”,
“todo”
|
2
|
Ahora es el momento de reelaborar pensamientos más realistas.
Los nuevos pensamientos deben ser creíbles para ti. Por ejemplo:
“Todo el mundo me
desprecia”……. Pásalo a “No es verdad, en mi vida hay gente que me aprecia, la
palabra “todo” no refleja la realidad”.
“Nadie me va a querer”…….
“El hecho de que haya tenido un desengaño amoroso no significa que ya nadie me
vaya a querer, la palabra “nadie” no es realista”.
Y así continuaremos
hasta cambiar todos los pensamientos negativos que tengamos.
Si, a pesar de hacer
todo esto, te das cuenta de que tu diálogo interno sigue siendo muy negativo y
destructivo y te genera problemas emocionales que no te dejan ser feliz,
contempla la posibilidad de buscar ayuda profesional de un psicólogo cognitivo
para que te ayude a poder cambiarlos.
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